La brecha es amplia y la verdad es imposible de mencionar.
Mustapha Mounirh
...La comparación, por más que
intente fabricarla, tendenciosa hacia Marruecos, mi mente no me la creerá, por
más que intervenga la ternura de la pertenencia a la cuna y al pasto de la
infancia y el registro de recuerdos amargos como dulces. La conciencia de mi
pluma no se encontrará a sí misma sino gritando: “La brecha es enorme y la
verdad impide hacer otra cosa que no sea mencionar la verdad”. Y es imposible
alcanzar a quienes han experimentado la vida desde su lado, como una
responsabilidad de sumar lo bueno, de desarrollarse con continuidad, y es mejor
de lo que se toma en serio. Las épocas separan a ese país de este, y Marruecos
no aumentará lo que ha estado repitiendo para unos pocos afortunados que viven
en él, excepto el aislamiento de los caminos del verdadero progreso como
estado, produciendo un producto nacional regido por la voluntad de un pueblo
que no tiene lugar para que las ratas del saqueo, ni siquiera cerca de él, se
aventuren, sino que se sumerjan en sus profundidades, convirtiendo parte de él
en sus propios intereses, tales comportamientos ya no son permisibles ni
aceptables, y los marroquíes tienen derecho a ver cómo se introducen las
reformas allí donde esté presente la influencia de los responsables de
gestionar los asuntos públicos, empezando por satisfacer lo que la época quiere
en términos de controlar la transparencia, en la que el rango más pequeño es
igual al más grande, llegando a la consecución de un medio de gobernanza que
equilibre entre exigir a todos el cumplimiento de su deber de la manera más
completa, al tiempo que se les otorgan derechos, incluida la libre expresión de
opinión, y la participación en la construcción más correcta de acuerdo con una
democracia que aliente a las competencias a competir inocentemente, sea cual
sea el campo de que se trate, y limitar la dictadura de la decisión emitida
siguiendo una política oficial basada en la consolidación de costumbres que ya
no se ajustan a con la salida del asedio de las filas del Tercer Mundo descrito
como un fracaso en lograr un desarrollo en el que las inversiones públicas sean
iguales con la justa distribución de la riqueza nacional, que, en la medida en
que está disponible, la mayoría de la gente no sabe nada al respecto, por
razones que ya no son suficientes para silenciar las bocas, y a la luz de eso
existe una convicción popular de que esos "pocos" que controlan todo
levanten la mano, para que se elimine cualquier choque peligroso entre los dos
polos del estado, y lo que los marroquíes han soportado durante mucho tiempo
con firmeza para eliminar cualquier idea que represente claramente y no
simbólicamente, lo que podría suceder a continuación se derrumba, especialmente
en estas circunstancias y en algunos países importantes donde el anhelo de
colonizar otros países más pequeños se cierne con fuerza, y no hay escapatoria
a la precaución y la cautela, ya que nadie quiere llegar a una etapa de
desesperación que se avecina en el horizonte, si las condiciones en Marruecos
siguen siendo como están, lamentablemente.
Francamente, la comparación,
incluso con una cuarta parte de lo que veo recientemente en Madrid, aleja a
Marruecos de las joyas de la infraestructura del progreso, e incluso las
manifestaciones superficiales de menor valor no están sujetas a discusión, ya
que España también será vencedora en su esencia, y eso es una señal que confirma
que el primer y fundamental paso aún no ha sido dado por los gobernantes de
este país, mientras en Marruecos y desde hace mucho tiempo haya mentes
marroquíes cuya competencia sea un ejemplo loable en Occidente, que estén
incapacitadas, y sean capaces de promulgar lo que posibilite un bendito salto
que acelere lo que ponga al estado marroquí en la vía de la salida de lo que
padece al tiempo que obtenga lo que le ayude a ser digno de la posición
estratégica en la que merece gozar de una palabra influyente en las grandes
políticas internacionales, y a su pueblo recuperar sus riquezas del control de
los controladores cuyos fondos se han satisfecho los distinguidos bancos
extranjeros y aún no se han satisfecho, como si el árabe hubiera sido creado
para sembrar, trabajar y trabajar y ellos cosechen su sudor, que es el sudor de
los marroquíes, a golpe de un bolígrafo, eliminando del contenido de las
instrucciones cualquier control sobre lo que limita lo que solo puede
describirse como saqueo y privación de los marroquíes de sus medios de vida
legítimos, mediante el uso de cortinas de acero permeables que bloquean el
despegue de aviones, la navegación de barcos y el paso de camiones,
independientemente de su lugar de salida, desde algunas capitales regionales hasta
los puntos de cruce, y la inteligencia española sabe mejor quién es responsable
y redacta actas e informes sobre este asunto que son válidos en ese momento,
para asegurarse de que sale de las negociaciones, por muy victoriosa que sea,
como quiere.
… Por supuesto, a mi lado está
la querida “Carmen” de ojos verdes, junto a algunos hermanos y hermanas de una
organización de derechos humanos a la que pertenecemos todos, españoles,
belgas, holandeses y marroquíes interesados en los asuntos marroquíes, e incluso buscando especializarse en
ellos. Los que la contactan discuten, y ella intenta aligerar los ánimos hasta
convencerme de quedarme con ella en Madrid, sobre todo porque percibí
incomodidad en mi tono, y el país que amamos sigue con el mismo patrón de empobrecer
a los pobres y exagerar la riqueza de gentes que han imaginado que Marruecos es
una granja en su posesión privada, y el resto las ovejas, vacas, cabras, y todo
animal doméstico capaz de producir lo que irá a parar a sus bolsillos. No
existe una escuela pública con un nivel de construcción, mantenimiento y
equipamiento digno de la nueva generación de honorables marroquíes, ni hay un
hospital que proteja la dignidad de los enfermos y los trate gratuitamente
debido a la difícil situación financiera de la mayoría de los honorables
marroquíes que dependen de medios legales, y a innumerables aspectos negativos
que no se pueden abordar de manera que se garantice un cambio hacia aspectos
positivos en beneficio del país y de su gente. Ciertamente, esta mujer, a la
que he amado desde el primer día que nos conocimos en Barcelona, me conecta, preparándose para allanar el camino lejos de lo que
sentía de falta de aire para mi libertad como ser humano, luchando por valores a los que se aferró tan pronto como estuvo convencido de que se
adaptaban a su ser y le hacían sentir que era dueño de sí mismo en palabra y
obra, y que su éxito solo estaría fuera de Marruecos, donde la democracia y el
compartir la humanidad con todo lo que incluye de la humanidad, lo mejor de lo
mejor en ella son aquellos que trabajan y se esfuerzan y planean para sí mismos
lo que les agrada por ello, desde un mañana que agrega a sus conocimientos y
experiencia lo que los hace independientes de los demás, sean quienes sean, con
un intercambio de respeto por las elecciones de aquellos entre quienes vivo, no
importa dónde me encuentre en las tierras del exilio en ciertas partes del
mundo. La amé como a una niña cuyos rasgos solo podían ser de la semilla de la
auténtica humanidad española, así creció cogida de mi mano dondequiera que
fuera mi deseo después de horas de trabajo, y del estudio en que decidí ser
periodista, y desde ese período temprano de mi vida no encuentro consuelo sino
en su presencia, y no saboreo qué felicidad hay sino que ella contemple mi
rostro, así penetro con mi alma hasta lo más profundo de su alma pura, sin
saber de la hembra lo que destruye y lo que declara, compañera de camino lleno
de la lucha de un joven entusiasta, que lleva la inquietud de la escritura
honesta, expresando las ambiciones de una sociedad en la que me encontré
inmerso respetando, porque de verdad merece respeto, sobre todo en medio de la
generosa y amable familia de Carmen, que me amó con el amor que tengo por su
única hija, que se aferró a mí como a todo lo demás, si la perdía por un día lo
perdía todo, y esa es la característica del amor puro que emana del pulso del
corazón, del análisis de la mente y de la licencia de la conciencia, así que
estaba con esta bendición, completo en mi deseo de fundar un mundo propio, todo
seguridad, cariño y paz, y adquirir conocimientos inestimables, y descubrir la
grandeza de España, el estado y la gente, aprendiendo sobre su gloriosa
historia, siguiendo de primera mano su civilización mediante la lectura de
libros que la madre de Carmen me facilitó tener, quien me recordó que si
deseaba conocer a Carmen para no perderla un día, debía aprender sobre la
propia España, la historia y la comunidad, y el resto se lo dejo a esta
excelente mujer por excelencia.“Carmen” fue y sigue siendo para mí España con
sus ciudades y sus paisajes, sus mesetas y llanuras, su lengua, sus costumbres
y tradiciones. Yo era para ella el único hombre en su vida hasta ahora, y nadie
llenó su interés en todas las etapas de su vida excepto yo. Sea que la dejé o
la conocí, ella siempre me mantuvo de una manera apropiada y el gran e ideal
amor que nos unía. Ella me pide ahora que me quede en Madrid porque siente que
la necesito más que nunca para descansar de pensar en la asfixiante situación
social a la que ha llegado Marruecos. Su país parece uno que no respeta su
belleza natural y quiere aplicar todo el maquillaje a su fachada superficial,
para aparecer a los ojos de quienes no conocen su realidad más íntima, como la
belleza indiscutible. Más bien, contribuye a profundizar la brecha entre ella y
esa belleza. No hay poder ni fuerza sino en Dios Todopoderoso.